- No Matter What, Faizah Grootens-Neldricks
- Fruta extraña, Gloria Contreras-B. Holliday
- Danza para mujeres, Gloria Contreras-Pergolesi
- La ciega, Leonid Jacobson-Ponce
- Capriccio, Gloria Contreras-Stravinski
La musa de la danza se apodera de la escena terrenal en Voces de Terpsícore a partir de cinco obras creadas por dos coreógrafas y un coreógrafo provenientes de distintas épocas y latitudes.
En 2019, la coreógrafa curazoleña Faizah Grootens fue invitada por el TCUNAM para hacer una obra con la música original de su coterráneo Neldrick Martis : el resultado fue No Matter What, que se refiere al migrante que lucha por alcanzar sus sueños sin importar qué pase. En ese viaje se producen un cúmulo de experiencias y sentimientos como la nostalgia, el miedo, la desilusión y la exclusión del que llega a vivir en tierra extraña; sin embargo la esperanza por tener una vida mejor y la satisfacción de ver sus deseos cumplidos, lo hacen seguir adelante.
De la coreógrafa emérita Gloria Contreras, fundadora del TCUNAM, se presentan tres piezas importantes confeccionadas en distintos momentos de su trayectoria artística. Danza para mujeres, al Stabat Mater del italiano Giovanni Battista Pergolesi, es quizá su obra más representativa. La hizo y estrenó en 1970 durante su estancia en Nueva York, poco antes de regresar a México. En su obra plantea el tema de la maternidad, el dolor de una mujer al parir o al perder a un hijo.
Capriccio, de 1996, es una obra moderna, jovial y en extremo compleja, basada en el Capricho para piano y orquesta del compositor ruso Igor Stravinski, uno de los músicoS consentidos de la coreógrafa mexicana.
En 2008, Contreras hace Fruta extraña, un solo desgarrador a la canción homónima interpretada por la gran cantante afroamericana Billie Holiday al poema escrito por el maestro judío Abel Meeropol, quien después de ver la imagen de un linchamiento escribe Strange Fruit que habla del cuerpo de un afroamericano colgado de un árbol.
Motivado por los lisiados de la guerra que requerían cuidados, el coreógrafo ruso Leonid Jacobson crea en 1942 su ballet La ciega, cuyo montaje en México estuvo a cargo del bailarín y coreógrafo ruso Nikita Dolgushine, quien en 1996 es invitado por el TCUNAM para hacer ésta y otras obras. La ciega es un dueto lleno de dulzura y bondad que utiliza la conocida pieza para piano Estrellita del compositor zacatecano Manuel María Ponce.