Quebranto es una obra contemporánea basada en el son jarocho. Proyecto de perspectiva de género que enfoca su atención a la condición femenina dentro de la tradición. En este solo de baile y zapateado, acompañada de músicos y cantadores tradicionales destacados, Rubí Oseguera narra el momento que se vive en la intimidad del fandango al caer la madrugada: la melancolía, el dolor, la pérdida y la tristeza de una mujer cuya vida está marcada por el baile como vocación. La bailadora cuestiona con serenidad y fuerza la vida y el baile, con sus fascinantes facultades.