La teoría de la física cuántica se planteó a principios del siglo XX, cuando los científicos intentaron comprender el funcionamiento de las bombillas. Esta simple pregunta los llevó a profundizar en el funcionamiento oculto de la materia y en los bloques de construcción subatómicos del mundo que nos rodea. Así, descubrieron fenómenos diferentes a los encontrados anteriormente: un reino donde las cosas pueden estar en muchos lugares a la vez, donde el azar y la probabilidad son decisivos y la realidad parece existir sólo cuando la observamos detenidamente.
En Hágase la vida, se explora cómo las plantas y los árboles obedecen a la ley más famosa de la física cuántica: el principio de incertidumbre. Este principio se explica a partir de cómo las plantas capturan la luz solar durante el proceso vital de la fotosíntesis, y el cual podría explicar, a través de la mecánica cuántica, el mayor misterio en biología: la evolución.